Los
ecosistemas naturales, tales como bosques, sabanas y páramos mantienen un
equilibrio que sólo se destruye con la intervención del hombre. Este sin
embargo se ve forzado a ampliar cada día más sus fronteras agrícolas con fines
de subsistencia. Una vez realizado el cambio de sistema natural o
agroecosistema, el afán de producir cosechas abundantes y de alta calidad,
hacen que el hombre acuda al uso de todos los insumos agrícolas disponibles y muy
a menudo, por falta de conocimiento, los utiliza en forma inadecuada,
innecesaria y en exceso.
Uno
de los insumos que sin vacilar introduce el agricultor en forma casi inmediata
y con frecuencia preventiva, son los insecticidas. Grupo pequeño de arboles o
de plantas aisladas de especies útiles al hombre y lotes de tamaño reducidos o
cultivos mixtos no sufren, por lo general, ataques de insectos plaga en forma
económica. Pero, tan pronto el área cultivada se amplia, se aumenta el alimento
disponible y las poblaciones de las plagas crecen. En este momento el
agricultor debe tomar decisiones de manejo de insectos plagas, utilizando
sabiamente aquellos recursos de control que interfieren lo menos posible con
los enemigos naturales de los insectos, hacer uso de los insecticidas sólo en
casos realmente indispensables y escoger entre los productos con efecto
insecticida aquel que menos disturbios cause a su agroecosistema y de esta
manera evitar o minimizar los riesgos ambientales que de forma breve se
analizan a continuación.
Uso de Agroquimico sin Ningun Tipo de Calculo de Dosis |
Al
realizar la aplicación de un insecticida, ya sea por vía aérea o terrestre,
solamente una parte del producto químico llega al objetivo, o sea al cultivo
que se desea proteger del ataque de la plaga. El resto es llevado por las
corrientes de aire, se queda en la atmosfera adherido a partículas de polvo o
cae al suelo, a la vegetación aledaña y a fuentes de agua. De la atmosfera
llega nuevamente a la tierra con las lluvias y el aire mediante los procesos de
evaporación, vitalización, vientos, erosión y quemas. Dentro del suelo juega un
papel muy importante la lixiviación y la absorción radicular de la vegetación.
Residuos del producto pueden permanecer en el cultivo hasta la cosecha y ser
consumidos por el hombre y los animales domésticos. Dependiendo de la toxicidad
y persistencia del insecticida varían los riesgos para la fauna y la flora del
área sujetas a aplicaciones de insecticidas.
Uso Indiscriminado de Insecticidas en Cultivo de Arroz |
Recuerden
que el uso de insecticidas que posean algunas o todas las siguientes
características negativas, como no ser especifico ni biodegradable, producir
residuos tóxicos, ser cancerígeno o mutagénico, acumulativo en cadenas
alimenticias, causante de resistencias e insoluble en aguas ocasiona un
desequilibrio de la biodiversidad que alberga el aire, el agua, el suelo y de
la fauna y la flora de nuestro planeta que se resume en contaminación global. Por
eso es necesario crear conciencia para el uso de estos productos que cada día
su uso indiscriminado destruye nuestro hogar llamado planeta tierra.
Efecto
Negativo y Directo de los Insecticidas en Nuestro Ecosistema
Aire
Las
partículas de los insecticidas pueden llegar al aire por deriva durante la
aplicación, la volatilización desde el suelo y del agua, corrientes de aire o
turbulencias, erosión eólica y quemas. Un ejemplo clásico del trasporte de
insecticidas por el aire es el caso de la absorción de hidrocarburos clorinados
por partículas de polvo.
Agua
La
contaminación del agua ocurre por la aplicación directa de insecticidas, ya sea
por fumigaciones aéreas o terrestres o por el uso de insecticidas granulares
para el control de insectos vectores de enfermedades; por escorrentía o por
transporte de sedimento de suelos tratados, lixiviación; por derramamientos y
accidentes o por descuidos al lavar los equipos de aplicación en sitios
inadecuados.
Teniendo en cuenta algo muy
importante, siendo el agua el elemento indispensable para la supervivencia de
todo ser viviente y que su contaminación con agroquímicos o cualquier otro
producto representa un riesgo sumamente grave para nuestro planeta que está
compuesto por su mayoría de agua.
Suelo
Además
de los cultivos que va dirigida la aplicación de los insecticidas, el suelo es
el elemento más expuesto a ser contaminado por los pesticidas. Los riegos que
representan los insecticidas en el suelo pueden resumirse indicando que son
directamente tóxicos a elementos de la fauna del suelo y microflora; afectar
genéticamente a estos organismos y así desarrollar poblaciones resistentes,
tener un rango de efectos sub-letales sobre la actividad, comportamiento,
reproducción o metabolismos de estos organismos y ser absorbidos por los
tejidos de la fauna y flora del suelo, o por diversos componentes físicos y
químicos del suelo, haciendo difícil o insoluble la eliminación de las
partículas sobrantes de producto.
Flora
En
forma directa los insecticidas pueden ser fitotoxicos a muchas especies
vegetales cultivadas y especialmente a plantas silvestres. Otro riesgo lo
constituye la inducción a cambios genéticos y de resistencia. Indirectamente y
debido a la eliminación o disminución de insectos genéticos protectores de
determinadas especies contra fitófagos, el uso de insecticidas puede inducir a
un cambio en la composición de la flora. Finalmente cualquier cambio en la
vegetación puede disminuir la población de insectos benéficos, ya que el polen
y néctar de muchas plantas constituyen el alimento único de adultos
parasitoides.
Fauna
La
fauna es considerada como el componente de la naturaleza mas afectado por los
insecticidas. Su uso inoportuno e inadecuado se traduce en la destrucción total
del frágil equilibrio del reino animal. Corren el riesgo de morir por
fumigaciones directas o consumos de insecticidas en presentación granular, las
aves y murciélagos, cuyo alimento son insectos y pequeños mamíferos como ratas
y ratones, estos animales benéficos pueden sufrir intoxicaciones o la muerte
por el consumo de insectos moribundos o tratados con dosis sub-letales. La
disminución o ausencia de presas (alimento de aves o murciélagos en este caso)
reduce las poblaciones de estos animales y el contacto con los insecticidas
puede volverlos mas suceptibles a enfermedades o incluso en el peor d los casos
a la esterilidad de los mismos es decir a la extinción de aves y murciélagos,
en pocas palabras un desequilibrio violento en nuestro mundo llamado tierra.
REFLEXIÓN
Si
hoy en día usamos insecticidas por cantidades indiscriminadas para producir tomates, cebollas, papas etc,
muchos más grandes y más atractivos al ojo humano,
sabiendo el daño que causan estos productos a nuestro mundo. En que parte del planeta vamos a
sembrar en un futuro no muy lejano, si para entonces ya habremos devastado todo lo que hoy nos hace
respirar.
ESTE, ES EL FUTURO INMINENTE QUE LES ESPERA A NUESTROS HIJOS Y FUTURAS GENERACIONES. LA PREGUNTA ES!!! ¿PODEMOS CAMBIARLO?
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